La tecnología revive a los actores

El crítico de cine de ‘The Washington Post’ tiene razón: una de las mejores actuaciones en ‘Rogue One’ –la primera película autónoma de la serie conocida como ‘Star Wars Anthology’– corresponde a un actor que lleva muerto más de 20 años.
Pero aunque el retorno de Grand Moff Tarkin probablemente sea el uso más usado hasta ahora de la tecnología de CGI (siglas de Computer-Generated Imagery o imágenes generadas por computador) para traer de vuelta a actores que ya fallecieron, no es el primero, y es casi un hecho que no será el último.

El CGI tampoco es nuevo. Sus primeros pasos, animados en vectores y en blanco y negro, se remontan a la década de los 60. 

Apropiadamente, su primer uso en la televisión, en 1974, fue en la reconstrucción digital de ‘El hombre nuclear’. Desde entonces, las ‘resurrecciones’ más famosas incluían la de Brandon Lee, quien murió durante el rodaje de ‘El cuervo’ y cuyo rostro fue digitalmente superpuesto al del doble que terminó de grabar sus escenas; la de Oliver Reed en ‘Gladiador’ y la de Paul Walker, el coprotagonista de la saga de ‘Rápidos y Furiosos’.


Los personajes digitales se han abierto paso y hace mucho que dejaron de ser curiosidades. A nadie le gusta hablar de Jar Jar Binks, pero sin duda su presencia en ‘La Amenaza fantasma’ marcó un hito en la tecnología del CGI. Hoy esa misma tecnología hace posible que en nuestras pantallas vivan seres como Hulk, en ‘Los vengadores’, o César, en la nueva saga de ‘El planeta de los simios’. Claro, también hizo posible volver a meter –a las malas– a un Arnold Schwarzenegger más joven y rígido en las películas de ‘Terminator’.

Mucho más discutible es el hecho de resucitar actores. Si bien los casos de Cushing y Walker fueron recibidos como decisiones respetuosas para continuar el legado de los intérpretes, hay casos profundamente polémicos, como los de Fred Astaire, Audrey Hepburn o Marilyn Monroe, que en su momento han sido recreados digitalmente para ser usados en comerciales. La idea de que uno de estos días alguien anuncie una nueva película de Supermán protagonizada por Christopher Reeve o un remake de ‘Casablanca’ con Ingrid Bergman y George Clooney es, por decir lo menos, inquietante.

Por añadidura, está el aspecto legal. ¿A quién le pagan por la actuación de un actor recreado por CGI? ¿Quién debe salir en los créditos? Un actor cede a un estudio las imágenes capturadas en el proceso de rodaje. Pero cuando esas capturas crean modelos que pueden usarse de incontables maneras, ¿debería seguir siendo esta la norma? 

Tomado de la Tecnósfera