JUEGO DE TRONOS … EL FI

Le guste a quien le guste y a quien no le guste también, la superproducción de HBO inspirada en la saga literaria “A Song of Ice and Fire” de George R. R. Martin marcó un antes y un después para la televisión cinematográfica.

Logró lo que ningún otro drama serial había hecho. Trastornó a miles de fans que respiraron a través de los poro de cada uno de sus personajes favoritos, durante nueve años, ocho temporadas y 73 episodios. Cada capítulo generó interacciones infinitas y choques emocionales, que mantuvieron en vilo a las audiencias en todas las plataformas. Las teorías iban y venían.

Con un final demasiado pacífico para la dosis de violencia que caracterizó al drama, la historia concluyó con aparente justicia. Algunos de los seguidores agradecieron las escenas finales, en las que Arya se transforma en una especie de “mochilera” dispuesta a conquistar nuevos mundos, mientras su hermano Bran Stark gobierna como el sabio rey de Westeros, asesorado por el sabio Tyrion Lannister.

Sansa Stark es coronada la soberana del norte, continuando con la tradición impuesta por su padre Eddard “Ned” Stark, cuyo germen estuvo presente en las ocho temporadas del drama épico. De esta forma, la joven rindió tributo a toda su familia y empoderó a las mujeres.

Y aunque Jon Snow no fue masacrado por los Inmaculados por asesinar a su “Reina loca”, volvió a donde pertenecía.

Al final la manada sobrevivió, la historia de los Stark fue la que cerró el último episodio (Jon saludó a Ghost, para complacencia del fandom), de Drogon nada se supo, solo que se fue con el cuerpo de Dany. El episodio terminó como empezó la serie, con la reja deCastillo Negro abriéndose y un grupo de personas caminando hacía más allá del frío norte, solo que esta vez no había caminantes blancos esperando.

Se rompió la rueda, se acabó GOT. Sí, fue un final inesperado que como presagio la actriz Sophie Turner.

 

TOMADO DE EL SAVADOR.COM