No solo FaceApp: miles de aplicaciones espían aunque se les niegue el permiso

El caso de la FaceApp, la aplicación que utiliza inteligencia artificial para envejecer un rostro y mostrar una imagen realista, ha puesto el punto de mira sobre un aspecto común en el que pocos usuarios reparan.

Al instalarla, se advierte de que todos nuestros datos serán utilizados e incluso cedidos a terceros, por lo que se pierde el control.

En este caso se avisa en un proceso que pocos usuarios leen o que aceptan sin pensar en las consecuencias, pero algunos programas para móviles pueden no necesitar ni siquiera el consentimiento explícito. Miles de aplicaciones burlan las limitaciones y espían, aunque no se les autorice.

¿Para qué necesita la linterna del móvil acceder a la ubicación de un usuario? ¿Y una aplicación de retoque fotográfico al micrófono? ¿O una grabadora a los contactos?

En principio, estas apps no precisan de este tipo de permisos para su funcionamiento. Cuando acceden a ellos, suele se en búsqueda de su mayor tesoro: los datos.

Los usuarios pueden dar o denegar diferentes permisos a las aplicaciones para que accedan a su ubicación, los contactos o los archivos almacenados en el teléfono. Pero una investigación ha revelado que hasta 12.923 apps han encontrado la forma de seguir recopilando información privada pese a haberles negado los permisos explícitamente. Este estudio pone de manifiesto la dificultad de los usuarios de salvaguardar su privacidad.

 

La mayor parte de la responsabilidad recae en los desarrolladores. Pero considera que tanto las tiendas —Google Play y Apple Store— como las plataformas que dan acceso a las aplicaciones a los datos de sus usuarios —como Facebook en el caso Cambridge Analytica— tienen una responsabilidad in vigilando: “Es decir, el deber de vigilar que las aplicaciones que aceptan en su tienda o a las que dan acceso a los datos de sus usuarios en su plataforma sean seguras”.

 

Los expertos aún no han hecho pública la lista completa de apps que realizan estas prácticas. Pero según la investigación, se encuentran entre ellas la aplicación del parque de Disneyland en Hong Kong, el navegador de Samsung o el buscador chino Baidu. El número de usuarios potenciales afectados por estos hallazgos es de “cientos de millones”.